La actriz, Indiana Reyno tuvo un día fatal, y terminó en el hospital.
Todo comenzó ayer a la madrugada con un inesperado y fuerte ladrido el perro vecino de Indiana Reyno, el cual causó la interrupción de su placentero sueño. Indiana creyendo que se habiá quedado dormida y perdido el turno de la peluquería, se levantó exaltadamente de la cama y se vistió. Cuando finalmente miró el reloj, se dio cuenta de que eran tan solo las 8am y que el turno era recién a las 12am. Intentó volverse a dormir pero no pudo y esto le causó mucha preocupación e irritación ya que a la noche tenía uno de los eventos mas importantes del año y necesitaba estar bien descansada.
Eran las 12:30am y la peluquera todavía no había llegado. Indiana desesperada, decidío finalmente llamarla. El motivo de la tardanza era que la peluquera se había confundido de fecha al anotar su turno, Indiana cortó agresivamente pensando otra solución para su peinado y maquillaje. Salió de su casa, se tomó el primer taxi con dirección a la peluqueria mas cercana.
La demora era de dos horas, esa no era la mejor peluquería, ni la que ella quería. Intento con otra peluquería, pero ya era muy tarde. Todas tenían demasiada espera, así que no le quedó otra alternativa que esperar allí.
El evento comenzaba a las 8,00. Eran las 6,00 y recién salía de la peluquería. En la mitad de camino a su casa se dio cuenta de que al salir tan rápido de la peluquería, había olvidado su cartera y tuvo que retomar el camino, por lo que llegó a su casa alrededor de las 7,00. En una hora debía cambiarse y llegar al evento que quedaba a unos 25 minutos de su casa. A pesar de la rapidez con la que Indiana se preparó, llegó al evento media hora tarde, tan apresurada y preocupada por su tardanza, que no notó que, al bajar del auto, su vestido había quedado enganchado. Cuando se dio cuenta de que su parte de atrás estaba completamente al descubierto, ya era demasiado tarde; Los paparazzis ya habían tomado fotos de todo lo ocurrido. No quedó otra alternativa que volver a su casa. La televisión había quedado prendida y cuando llegó, justo estaban pasando las nominaciones en las que ella había sido seleccionada. Al escuchar su nombre como ganadora, frustada, apagó rápidamente la televisión, llorando y desesperada, decidió salir de su casa a dar un paseo. Distraída por todas las desgracias que le habían ocurrido en el día, cruzó la calle sin mirar. Escucho una bocina que se acercaba y, cuando se dio vuelta, vio un auto que venía en direccíon a ella. Fue tanto el susto que no pudo reaccionar a tiempo.
Ahora, Indiana Reyno se encuentra con heridas leves en el hospital Alemán.